Este breve post va sobre los días de mierda.
Esos días en los que todo se tuerce y no hay por dónde cogerlo.
Esos días en los que nada tiene sentido y todo sale mal.
Esos días en los que ya solo te falta pisar una mierda.
Esos días en los que si pisaras una mierda ni te consolarías con eso de que «trae buena suerte».
Esos días que si pudieras los enviarías a la mierda.
Esos días en los que todo te importa una mierda.
O mejor dicho, esos días en los que ojalá todo te importara una mierda.
Pero no, te importa, y eso te hace sentir como una mierda.
Conclusión: Los días de mierda son una mierda.
Pero, ¿sabes qué? Incluso en los días de mierda puedes coltivar este hábito. Por eso acabo este post con esta propuesta para ti que explico en mi cuenta de Instagram.
¿Qué te parece?
Me encantará leerte en comentarios.
Qué bien tenerte por aquí. Como tú, también yo tengo días de mierda y en esos, precisamente en esos, escribir es una gozada.
Gracias, gracias, gracias.
Anna